Tenía
solo ocho años cuando comencé a pensar en la muerte. Era un tema
que me apasionaba y me volvía loco, devorando cuanto libro caía en
mis manos sobre ese tema y buscando en internet cualquier información
al respecto. El desencadenante pudo haber sido la muerte de mi
abuela, a la que estaba muy unido, pues hasta su falta, era la que se
encargaba y cuidaba de mi mientras mis padres iban a trabajar.
Ahora
que ya no estaba, pasaba mis tardes al regreso del colegio,
completamente solo en casa, lo que me dejaba tiempo de sobra para
pensar y para localizar cuantos datos pudiese encontrar sobre ese
misterio que tanto me entusiasmaba.
No
era el sentir la muerte en mis manos al arrebatársela a alguien, no
era un psicópata asesino, mi mente no iba por ahí. Lo que me
producía tanta curiosidad, era el saber que se sentía y que es lo
que pasaba después. ¿Habría algo? ¿existiría el cielo y el
infierno? ¿si me muriese podría encontrarme con mi abuelita?
Según
pasaban los días, la incertidumbre de saber que era la muerte en
realidad, me perseguía de manera obsesiva. Tanto tiempo en soledad
no me hacían bien, además, cuando mis padres llegaban del trabajo,
volvían tan cansados que no me dedicaban tiempo, acostándome
enseguida sin preguntarme cómo me había ido el día o qué tal en
el colegio. Después en la cama, fantaseaba con mi muerte haciendo
volar mi imaginación viéndome en ese oscuro túnel que todos los
que habían vuelto a la vida relataban, haciéndome en mi mente con
la bonita y potente luz que había al final.
Una
tarde completamente extasiado con la idea, busqué en el despacho de
mi padre, un precioso revólver que guardaba en uno de los cajones de
la mesa. Lo cogí en mis manos y lo manipulé con cuidado, no estaba
cargado, pero en el cajón descubrí una caja con balas. Podría
servir, pero pensándolo bien, descarté esa opción, no quería que
se sintieran culpables por tener guardada un arma tan cerca de mi.
En
multitud de ocasiones me había preguntado si tal vez estaba loco, o
si quizás en mi cabeza algo no estaba bien. Nunca me había atrevido
a decir nada a mis padres, temía que me ingresasen en un hospital y
desde luego, no quería eso. Pensé que lo que fuese que tenía en mi
mente, acabaría desapareciendo, pero no estaba siendo así, era
consciente de que cada día era peor y esas ansias parecían
multiplicarse martirizándome cada nuevo día.
Con
total decisión, acordé buscar una manera de morir que fuese limpia
y con poco sufrimiento, temía el dolor. Había descartado el arma y
el tirarme desde el tejado tampoco era buena idea. Pensé en tomarme
un montón de pastillas del bote amarillo que guardaba mi madre en el
cajón de la mesilla, pero ¿y si me dolía mucho la barriga antes de
morir? También deseché la idea de cortarme las venas de las
muñecas, eso debía de hacer mucho daño y además la sangre me
mareaba. Me fui a la bañera, con la firme intención de
colgarme, había cogido en el desván una cuerda que había quedado
allí abandonada después de la mudanza. Atándola a la barra de la
cortina de la ducha, podía servirme, pero no fue así, con el peso,
la barra se vino abajo, quedando sentado en la bañera, con la cuerda
alrededor de mi cuello.
Morir
estaba resultando más complicado de lo que pensaba, así que esa
noche la pasé en vela buscando la manera más sencilla y menos
dolorosa de poder hacerlo, y sin darme cuenta amaneció sin que el
sueño hubiese pasado a visitarme.
Había
estado cavilando toda la mañana en el colegio, después durante la
hora de comedor, incluso cuando iba en el autobús de regreso a casa,
sin encontrar la manera perfecta de causarme la muerte. Después de
hacer los deberes, me puse a ver un poco la tele, estaban echando un
documental sobre la criogenización, y eso, iluminó mi mente.
Decidido,
me fui al supermercado a comprar unas cuantas bolsas de hielo.
Después de llenar la bañera de agua fría, vacié el total de las
bolsas allí dentro. Era una buena idea, así, llegado el caso,
podrían revivirme. De esa manera sabría lo que era la muerte
pudiendo volver a la vida.
Me
introduje vestido, no quería que mi piel estuviese en contacto con
aquel hielo, había escuchado que producía quemaduras, no se
fuera a dar el caso... Tenía mucho frío, y quizás por eso o por que
no había dormido nada la noche pasada, el sueño comenzó a
perseguirme sin que pudiera hacer nada por evitarlo. En pocos minutos
mi cabeza se había sumergido debajo del agua, inundando mis
pulmones...
Cuando
abrí los ojos, una luz tenue me envolvía... ¿dónde estaba el
túnel? ¿y mi abuelita? En vez de eso, la cara de mi madre se asomó
por encima de mi. ¿También estaba mi mamá muerta?
- Cariño, ¡que susto nos has dado! ¿a qué estabas jugando?
- ¿Dónde estoy mamá? -pregunté confundido-.
- ¡En el hospital hijo mío! -contestó mi madre con expresión preocupada, más de la que nunca había visto en ella- suerte que llegué antes del trabajo, pues me sentía mal, y te encontré sumergido en la bañera, mientras llegaban los equipos de emergencia, intenté reanimarte, y cuando ellos llegaron, estabas en parada, gracias a Dios que ellos consiguieron traerte de vuelta, sino, no se que hubiese sido de mi vida... -dijo sollozando-.
En
el otro lado estaba papá, también mirándome con preocupación y
acariciándome la cabeza me dijo cuanto me quería y lo mal que lo
había pasado hasta que le dijeron que estaba fuera de peligro.
La
verdad, que morir no había resultado nada interesante, ni luces
intensas, ni túneles, ni seres queridos... para eso me había tomado
tantas molestias. Bueno, algo había sacado en limpio. Ahora mis
padres se preocupaban más por mi, intentando que pasemos más tiempo
juntos. Al final, el intentar morirse, había servido de algo...
la vida y la muerte, la eterna obsesión de todo ser humano. No queremos morir por el miedo a lo que nos espera después. Básicamente la muerte es una cosa asi como un parto, después de un parto nadie vuelve al utero de su madre, pues la muerte nadie vuelve del nuevo estado para comentarnos como le ha ido. Un saludazo... FRANK VALES
ResponderEliminarCierto amigo, es el enigma más grande para el ser humano. Un abrazo fuerte!!!
ResponderEliminarFenómeno. :D
ResponderEliminarGraciasssssssssssss :D
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