sábado, 2 de noviembre de 2013

"DESCUBRIMIENTO IMPREVISTO"


Había crecido en aquel pequeño pueblo, amparada por una comunidad protectora que más parecía una gran familia, siempre había sido así, por lo que a nadie le parecía fuera de lo normal la extraña convivencia que allí se terciaba.

Sin embargo, yo siempre había presentido que algo extraño había en nuestro pueblo, jamás salíamos de él, era la primera regla y la más importante, allí estábamos supuestamente protegidos del mal que viajaba por el mundo. Mi curiosidad innata y mi espíritu aventurero, me hacían imaginar como sería la vida fuera, y esperaba que llegase el día en el que pudiese salir. Nunca hablé con nadie de estos pensamientos que me inundaban, ni tan siquiera con mi buena amiga Nataly. No se si es que todos se habían acomodado a esa clase de vida, o es que no gozaban de curiosidad hacia lo desconocido, algo que en mi parecía tan natural.

Allí cultivábamos, producíamos y teníamos de casi todo. Lo que nos llegaba a hacer falta, se encargaba una cuadrilla de hombres, que saliendo al anochecer, se dirigían a la ciudad en busca de nuestras necesidades. Incluso, en alguna ocasión esporádica, llegaba a producirse alguna baja, sin que jamás yo hubiese escuchado alguna explicación al respecto. Lo que si sabía, es que estábamos protegidos de cualquier visita extraña, se hacían turnos de vigilancia, a pesar de que supuestamente una extraña fuerza eléctrica nos mantenía ocultos de cualquier curioso que se acercase por allí, haciendo invisible tanto nuestro poblado como los habitantes que se hallasen en él en ese momento.

Por lo que decían mis padres, no querían hacer crecer una incertidumbre hacia lo desconocido, nuestra vida era aquella y así deberíamos de vivir, así que jamás nos contaron nuestro origen, ni el porqué de ese aislamiento ni siquiera la razón de no tener contacto con el exterior. Supuse que los más ancianos y los miembros del consejo si lo sabrían, y no entendía el porqué de tanto misterio.

Mi espíritu inquieto no podía con esa clase de vida, así que una noche, cuando ya todos dormían, conseguí en medio de aquella oscuridad, recorrer las calles del pueblo, burlando los servicios de vigilancia nocturna y adentrarme en la espesura del bosque.

No creía que me diese tiempo a regresar para cuando todos se levantasen, pero me daba igual, mis padres me conocían bien y con seguridad sabrían lo que había pasado. Lo que no podía saber, era la clase de castigo que me impondrían, además, es que no lo harían mis padres sino la comunidad, pero habría valido la pena, estaba segura de ello.

Después de dos horas de camino, llegué a una carretera general, pero aún así, seguí caminando a la par de ella, ocultándome entre los árboles cada vez que pasaba algún vehículo, no quería que nadie me viese, por lo menos, no de momento, hasta saber que es lo que originaba esa prohibición.

Llevaba una hora más recorrida, cuando distinguí a lo lejos un pueblo, seguí mis pasos temerosa de lo que pudiese encontrarme, aunque la intriga podía más que nada. Me adentré con lentitud, aún era de noche, así que no vi a nadie. Seguí caminando hacia el centro, seguramente allí estaría localizada la comisaría y con seguridad habría algo de movimiento en esa zona.

Como suponía, aprecié en la distancia, algunas personas entrando y saliendo de aquel lugar. Parecían bichos raros, muy extraños y feos, aunque pensé que tal vez la noche y la lejanía, me estaban causando una mala jugada. Seguí acercándome con cuidado, buscando las zonas más oscuras para que no me descubrieran. Estaba ya lo suficientemente cerca, como para espiar a los humanos, y asombrada los observé con aquellos andares tan raros y esos cuerpos deformes... ¿que estaba pasando? Nunca me dijeron que no eran como nosotros, eran repulsivos y espigados, y su habla, era ininteligible.

De repente, uno de ellos, pareció mirarme, probablemente la negrura de la noche no le había permitido verme bien, así que comenzó a caminar hacia mi. No sabía que hacer, si echar a correr o buscar un escondite, por allí no había nada que sirviese para poder ocultarme, aunque un poco más adelante me pareció apreciar un callejón, debería apresurarme antes de que el hombre estuviese más cerca.

Pensé que me había dado tiempo, sin embargo, ese ser abominable penetró detrás de mi. No tenía escapatoria,  no había salida... Cuando me di la vuelta, lo tenía delante, portando una barra de hierro. De cerca aún era peor de lo que me había parecido al principio. Se sujetaba tan solo por dos extremidades, no entendía como podía guardar el equilibrio, en las superiores sujetaba aquella barra que había levantado con intención de golpearme, en su cabeza tenía algo de color negro que parecía suave pero le daba un aspecto dantesco, tenía dos ojos, ¿como podía tener percepción de todo con solo dos ojos? Me asustó tanto por su aspecto como por su intención. Salté por encima de él, lo más alto que pude, y salí corriendo calle abajo, perdiéndome en el oscuro bosque retornando a mi hogar. Ahora lo entendía, no querían asustarnos con aquellos seres terroríficos y grotescos que habitaban fuera de nuestro poblado. Aún llegaría a tiempo antes de que amaneciese y la comunidad despertase, pero no iba a decir nada, moriría con mi secreto, me sentía temerosa por lo que había visto, pero sobre todo avergonzada por no haber confiado en ellos. Me prometí no volver a desconfiar de mi pueblo que me cuidaba y me protegía de los malos que vivían fuera...

4 comentarios:

  1. Bueno, bueno, bueno....si es que vaya a usted saber quienes son los monstruos¡¡¡¡
    Imaginación fertil la tuya,

    Besos muchos

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  2. jajajajajajaja, quería hacer algo distinto, y esto es lo que ha salido :D
    Grandes besos!!!!

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  3. Estupendo relato!!!! No sé si puedes ayudarme. Soy nuevo en esto. Tengo unos 14 relatos como el tuyo, y algunos con más extensión y todos versan y van conconsternados a un mismo tema y todo desde mi vivencia personal y por ende, desde mi prisma particular. ¿En que generó literario podría encuadrar? Pienso en el ensayo pero creo que sería demasiado largo para ese género aunque por temática, forma asistemática, forma del lenguaje, etc es donde encajaría mejor, pero por extensión creo que no encuadra, al menos por lo que veo en bases de concursos y tal. Si supieras o pudieras orientarme, te lo agradecería! Un saludo. Alberto Pajuelo Peña

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  4. Me gustó mucho el relato, estoy tratando de aprender un poco más de literatura para animarme a escribir relatos de este tipo, muchos saludos.

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